Este invierno a traído un convulso cambio en la mentalidad de las trabajadoras madrileñas. Las movilizaciones obreras junto al apoyo de amplios sectores de población han contribuido a las victorias en los conflictos de barrenderos de Madrid y Alcorcón, Aserpinto, alumbrado y jardinería…todo ello junto a un amplio sector de la sociedad cansada de la inseguridad laboral de las Bajadas o congelaciones salariales mientras continúan subiendo los precios etc…
La ciudadanía ve en estos conflictos laborales la forma de poder expresar su rechazo a estas medidas.
Los grandes grupos de poder están compitiendo en busca de una mejor posición frente a la crisis, las oportunidades que esta le brinda al gran capital se suceden una tras otra mientras nadie quiere quedarse fuera.
En el caso de coca cola es mas que evidente.Una transnacional con beneficios multimillonarios se acoge a un Ere aprovechando la oportunidad que le brindan las reformas laborales aprobadas por Zapatero y por Rajoy.
Configurando un sistema que se ajusta al panorama de la actual crisis europea. despedir hoy a trabajadores con derechos laborales adquiridos durante decadas con contratos dignos y carreras profesionales, para contratar mañana a trabajadoras con contratos baratos, jornadas irregulares…en definitiva, precarios.
De esta forma es mas necesario que nunca el apoyo a iniciativas contra la imagen de la empresa que despide y el boicot a coca cola.
No olvidemos de quien hablamos, coca cola ha sido denunciada públicamente en multitud de ocasiones tanto por sus tácticas empresariales, violaciones reiteradas de leyes o como por tratos de favor recibidos de sus estrechas relaciones con el poder. Vicente Fox en México fue presidente de Coca Cola antes que de su pais y ahora en España Marcos de Quinto y Sol Daurella conocidos personajes de la elite económica madrileña y de la alta burguesía catalana respectivamente.
Pero el éxito en mayor o menor medida de los conflictos que hemos mencionado antes no solo se debe al apoyo social, además las duras circunstancias a las que se enfrentaban las trabajadoras les han impulsado a una estrategia muy dura y radical. Una respuesta a la altura de la agresión sufrida, bien conocedores de la repercusión que supone un ERE para una las trabajadoras solo quedan huelgas indefinidas, duras, buscando dinamitar las relaciones de poder entre trabajadores y empresa y la de esta con las administraciones.
Estas alternativas estratégicas están funcionando, pero el desgaste y la perdida de poder adquisitivo que estas luchas producen va en nuestra contra.
Para continuar necesitamos recabar la mayor cantidad posible de ayuda en nuestro lado de la balanza.
La planta de Fuenlabrada, se ha convertido en la primera línea de resistencia contra la ofensiva empresarial pero no debe ser la única. Así lo han entendido otras envasadoras como Alicante etc…que se están sumando a las protestas. La respuesta ha de ser general para que la empresa no rompa la unidad de los trabajadores y desista de sus agresiones.
Los grandes grupos de poder están compitiendo en busca de una mejor posición frente a la crisis, las oportunidades que esta le brinda al gran capital se suceden una tras otra mientras nadie quiere quedarse fuera.
En el caso de coca cola es mas que evidente.Una transnacional con beneficios multimillonarios se acoge a un Ere aprovechando la oportunidad que le brindan las reformas laborales aprobadas por Zapatero y por Rajoy.
Configurando un sistema que se ajusta al panorama de la actual crisis europea. despedir hoy a trabajadores con derechos laborales adquiridos durante decadas con contratos dignos y carreras profesionales, para contratar mañana a trabajadoras con contratos baratos, jornadas irregulares…en definitiva, precarios.
De esta forma es mas necesario que nunca el apoyo a iniciativas contra la imagen de la empresa que despide y el boicot a coca cola.
No olvidemos de quien hablamos, coca cola ha sido denunciada públicamente en multitud de ocasiones tanto por sus tácticas empresariales, violaciones reiteradas de leyes o como por tratos de favor recibidos de sus estrechas relaciones con el poder. Vicente Fox en México fue presidente de Coca Cola antes que de su pais y ahora en España Marcos de Quinto y Sol Daurella conocidos personajes de la elite económica madrileña y de la alta burguesía catalana respectivamente.
Pero el éxito en mayor o menor medida de los conflictos que hemos mencionado antes no solo se debe al apoyo social, además las duras circunstancias a las que se enfrentaban las trabajadoras les han impulsado a una estrategia muy dura y radical. Una respuesta a la altura de la agresión sufrida, bien conocedores de la repercusión que supone un ERE para una las trabajadoras solo quedan huelgas indefinidas, duras, buscando dinamitar las relaciones de poder entre trabajadores y empresa y la de esta con las administraciones.
Estas alternativas estratégicas están funcionando, pero el desgaste y la perdida de poder adquisitivo que estas luchas producen va en nuestra contra.
Para continuar necesitamos recabar la mayor cantidad posible de ayuda en nuestro lado de la balanza.
La planta de Fuenlabrada, se ha convertido en la primera línea de resistencia contra la ofensiva empresarial pero no debe ser la única. Así lo han entendido otras envasadoras como Alicante etc…que se están sumando a las protestas. La respuesta ha de ser general para que la empresa no rompa la unidad de los trabajadores y desista de sus agresiones.
Esta necesidad de dar a Coca-Cola una respuesta unitaria es aún más acuciante después de la ruptura de la negociación del ERE con los sindicatos representativos de la plantilla.
Coca-Cola ha optado por intentar romper la unidad de los trabajadores mediante por varios caminos.
En primer lugar ha intentado enfrentar a los trabajadores de las siete plantas que no se cierran
Coca-Cola ha optado por intentar romper la unidad de los trabajadores mediante por varios caminos.
En primer lugar ha intentado enfrentar a los trabajadores de las siete plantas que no se cierran
A Coruña, Bilbao, Barcelona, Málaga, Santa Cruz de Tenerife y Valencia.Coca-Cola cerrará las plantas de Madrid, Asturias, Alicante y Mallorca,Distribuidores y comercio minorista. Expansión.com
A Coruña, Bilbao, Barcelona, Málaga, Santa Cruz de Tenerife y Valencia.Coca-Cola cerrará las plantas de Madrid, Asturias, Alicante y Mallorca,Distribuidores y comercio minorista. Expansión.com
(A Coruña, Bilbao, Barcelona, Málaga, Sevilla, Tenerife y Valencia) con sus compañeros de las cuatro que cierran (Fuenlabrada, Alicante, Mallorca y Asturias). En algunas zonas, como Andalucía, la empresa ha promovido asambleas para que los trabajadores no afectados por los cierres voten a favor del ERE. Desgraciadamente, la colaboración de algunos representantes sindicales ha favorecido estas maniobras de la empresa, y ha permitido que el “sálvese quién pueda” predomine entre algunos pequeños sectores de la plantilla, aunque no ha conseguido ningún efecto desmovilizador.
A continuación, inmediatamente después de la ruptura de las negociaciones, Coca-Cola ha lanzado un plan de bajas y traslados voluntarios, dirigido a romper la unidad de la plantilla de las cuatro factorías que intenta cerrar y que se mantienen en huelga indefinida. Ofreciendo dinero a cambio de la baja voluntaria o la aceptación del traslado a alguna de las factorías que no se cierran, la empresa intenta debilitar la huelga y dividir y desmoralizar a los trabajadores.
Todo ello ha ido unido a una campaña de intoxicación masiva desde la prensa, que insiste en lo “maravillosas” que son las ofertas de Coca-Cola, y que demonizan a los sindicatos que, con su “intransigencia”, estarían impidiendo a los trabajadores acogerse al plan de bajas incentivadas.
Esta batalla afecta a toda la clase trabajadora. En primer lugar, afecta a los trabajadores de las plantas de Coca-Cola que no cierran, que aunque puedan creerse a salvo de este ERE serán los siguientes en al plan de Coca-Cola de recortar drásticamente sus costes operativos en el Estado español.
Pero, además, la lucha de Coca-Cola tienen un gran valor como precedente. Si los trabajadores triunfan, todas nos beneficiaremos de su éxito. Se habrá demostrado una vez más que la lucha es el único camino, y que si se puede derrotar a los patronos.
Pero si la lucha se pierde, los empresarios tendrán un fuerte estímulo para seguir atacando con mayor dureza todavía.
Por eso es fundamental que todas ayudemos a la plantilla de Coca-Cola, extendiendo el boicot a todos sus productos y apoyando activamente sus movilizaciones.
Pero más fundamental todavía, es comprender los límites que tienen las luchas que se limitan a una sola empresa, y la necesidad de extender, generalizar y endurecer las luchas. Pero esto será muy difícil si no contamos con una organización sindical combativa, capaz de ser escuchada por cientos de miles de trabajadores, y que esté dispuesta a coordinar a todas las empresas y sectores dispuestos a movilizarse. El esfuerzo por construir un sindicalismo combativo y de masas es la mejor manera de ayudar hoy a los trabajadores de Coca-Cola o Panrico, y mañana a los de otras empresas amenazadas con cierres y despidos.
A continuación, inmediatamente después de la ruptura de las negociaciones, Coca-Cola ha lanzado un plan de bajas y traslados voluntarios, dirigido a romper la unidad de la plantilla de las cuatro factorías que intenta cerrar y que se mantienen en huelga indefinida. Ofreciendo dinero a cambio de la baja voluntaria o la aceptación del traslado a alguna de las factorías que no se cierran, la empresa intenta debilitar la huelga y dividir y desmoralizar a los trabajadores.
Todo ello ha ido unido a una campaña de intoxicación masiva desde la prensa, que insiste en lo “maravillosas” que son las ofertas de Coca-Cola, y que demonizan a los sindicatos que, con su “intransigencia”, estarían impidiendo a los trabajadores acogerse al plan de bajas incentivadas.
Esta batalla afecta a toda la clase trabajadora. En primer lugar, afecta a los trabajadores de las plantas de Coca-Cola que no cierran, que aunque puedan creerse a salvo de este ERE serán los siguientes en al plan de Coca-Cola de recortar drásticamente sus costes operativos en el Estado español.
Pero, además, la lucha de Coca-Cola tienen un gran valor como precedente. Si los trabajadores triunfan, todas nos beneficiaremos de su éxito. Se habrá demostrado una vez más que la lucha es el único camino, y que si se puede derrotar a los patronos.
Pero si la lucha se pierde, los empresarios tendrán un fuerte estímulo para seguir atacando con mayor dureza todavía.
Por eso es fundamental que todas ayudemos a la plantilla de Coca-Cola, extendiendo el boicot a todos sus productos y apoyando activamente sus movilizaciones.
Pero más fundamental todavía, es comprender los límites que tienen las luchas que se limitan a una sola empresa, y la necesidad de extender, generalizar y endurecer las luchas. Pero esto será muy difícil si no contamos con una organización sindical combativa, capaz de ser escuchada por cientos de miles de trabajadores, y que esté dispuesta a coordinar a todas las empresas y sectores dispuestos a movilizarse. El esfuerzo por construir un sindicalismo combativo y de masas es la mejor manera de ayudar hoy a los trabajadores de Coca-Cola o Panrico, y mañana a los de otras empresas amenazadas con cierres y despidos.
imagen:Diario S.XXI
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