Coca Cola es una caldera a presión en España. La decisión de cerrar cuatro plantas y despedir a 1.200 trabajadores ha roto la imagen de mundo feliz construida durante años por el mago del marketing Marcos de Quinto. El conflicto laboral ha adquirido tal dimensión social que ayer por la noche, el presidente de la subsidiaria de Atlanta cenó con la cúpula sindical de CCOO(Ignacio Fernández Toxo y Jesús Villar) para reconducir la situación, después de que la otra fuerza sindical -UGT- acepte negociar.
A pesar de ser un conflicto ajeno a sus competencias, Marcos de Quinto ha querido mediar entre la embotelladora Coca Cola Iberian Partners y los representantes de los trabajadores, haciendo ver que los intereses de Atlanta están alineados a los de su socio industrial. Es decir, la decisión del cierre es inamovible, sobre todo después de contar con el visto bueno de EEUU, pero todo lo demás puede estar sujeto a revisión. Y en esa pelea, el presidente de la filial estadounidense está ejerciendo de hombre bueno.
Como en toda negociación, Marcos de Quinto ha intentado llevar el debate al terreno del dinero. Primero lo hizo con UGT, como trascendió durante la tarde del miércoles por las redes sociales (desmentido por el sindicato), y ayer por la noche trató de conseguirlo con CCOO, con la promesa de que las condiciones económicas serán satisfactorias para los trabajadores. Tal es así, que hasta la patronal madrileña CEIM observa con recelo el proceso por cuanto suponga de precedente sobre la reforma laboral.
Experto en marketing y guardián del negocio del jarabe, el poliédrico Marcos de Quinto tiene claro que los embotelladores deben dar lo máximo posible. No en vano, él mismo reconoció públicamente hace algún tiempo su disconformidad con el nuevo marco de relaciones laborales aprobado por el Gobierno, entonces a colación por un caso de prejubilaciones en Telefónica. En ese sentido, el hombre fuerte de Atlanta en nuestro país está haciendo ver que su causa está alineada con la sindical. Juntos y de la mano.
Por contra, el pacificador de Coca Cola ha trasladado a los sindicatos que todo este proceso de ajuste es el paso necesario para constituir el embrión de una gran embotelladora de habla española. Probablemente, De Quinto quiere culminar su etapa al frente del gigante de las bebidas azucaradas como el ejecutivo que contribuyó a ese proyecto, aunque no sea reconocido a corto plazo. Algún día, como ha aventurado a los sindicatos, una de las cinco embotelladoras mas grandes del mundo se dirigirá desde Madrid.