La alfombra roja de los Premios Goya no solo se vistió de vestidos para todos los colores y gustos. Además del glamur y la alegría de los nominados, la antesala a los galardones del cine español estuvo precedida por cientos de protestantes de gremios diferentes agolpados en la entrada del Hotel Auditórium.
La protesta de mayor convocatoria fue la protagonizada por unos200 trabajadores de Coca-Cola que se encuentran en huelga indefinida desde el pasado 31 de enero. En declaraciones a la agencia EFE, su portavoz Juan Carlos Asenjo explicó que no pretendían interrumpir la gala, sino que "pedían la solidaridad" de los actores y directores en su protesta contra "las multinacionales que solo apuestan por la precariedad laboral".
La protesta de mayor convocatoria fue la protagonizada por unos200 trabajadores de Coca-Cola que se encuentran en huelga indefinida desde el pasado 31 de enero. En declaraciones a la agencia EFE, su portavoz Juan Carlos Asenjo explicó que no pretendían interrumpir la gala, sino que "pedían la solidaridad" de los actores y directores en su protesta contra "las multinacionales que solo apuestan por la precariedad laboral".
Aunque los efectivos de seguridad no permitían la cercanía entre actores y protestantes, algunos de ellos sí quisieron acercarse para demostrarles su apoyo. La primera fue Pilar Bardem, que junto a su hijo Javier, se acercó a saludar a los manifestantes que se encontraban frente al Hotel. La actriz de 74 años hizo caso omiso a las indicaciones del personal de seguridad y posó ante las cámaras con las pegatinas de la protesta.
Minutos más tarde, el nominado al Goya al Mejor Actor por Caníbal, Antonio de la Torre, repetía la hazaña, al igual que el director Fernando Trueba.
Inma Cuesta, nominada al premio a la mejor actriz principal por 3 bodas de más, quiso hacer lo mismo pero los efectivos de seguridad solo le permitieron saludarles sin acercarse demasiado a los manifestantes.a manifestación de los trabajadores de Coca Cola es en respuesta al ERE que afecta a la empresa, que incluye unos 1.250 despidos y el cierre de cuatro fábricas en España. La concentración ante las puertas de los premios es una de las muchas manifestaciones que vienen convocando en otros eventos, principalmente deportivos.
Además de esta manifestación, también se encontraban representantes de la Plataforma Antidesahucios y miembros del colectivo de figurantes. Estos últimos reclamaban un convenio laboral y mejoras salariales
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